Me resulta fascinante observar cómo a través de tradiciones arraigadas en el cristianismo, podemos asomarnos a un pasado más profundo, cuyas raíces se entrelazan con lo pagano. Un ejemplo intrigante de esta dualidad es la celebración de la fiesta de Santa Lucía.
Desde la perspectiva cristiana, esta festividad se origina en Siracusa, Italia, alrededor del año 304, cuando una joven llamada Lucía fue martirizada. Su nombre, que significa "la que porta luz", refleja su dedicación a Dios al rechazar el matrimonio. En la actualidad, la festividad de Santa Lucía se celebra principalmente en Suecia el 13 de diciembre, día de la santa, donde las jóvenes recorren las calles entonando villancicos con coronas de velas iluminando sus cabezas.
Pero, ¿cómo se vincula esta figura cristiana con una festividad pagana? La respuesta se encuentra en la conexión temporal: el 13 de diciembre, según el antiguo calendario Juliano, coincide con el solsticio de invierno. Este momento marca el día más corto del año, señalando el tránsito del otoño al invierno. En la antigua tradición nórdica, la noche entre el 12 y el 13 de diciembre marcaba el inicio del mes de Yule, conocida también como la "Larga Noche", la noche más extensa del año.
En esta fecha, se creía que Lussi, un espíritu femenino considerado la Madre/Reina de los seres del más allá y entidades del folclore europeo, conducía una procesión de seres mágicos, como duendes y elfos. Esta noche, donde los límites entre los vivos, los muertos y las entidades mágicas se desdibujaban, prohibía cualquier tipo de trabajo humano en preparación para un nuevo "comienzo".
Santa Lucía, adornada con una corona de velas que simbolizan las estaciones o meses del año, se erige como la "Portadora de luz". Esta luz, que nace, muere y renace a lo largo del ciclo anual, nos invita a reflexionar. Al honrar estos ritos, podemos iluminar los rincones oscuros de nuestro ser, cerrar ciclos y descansar. En la contemplación y conexión con nuestro ser y el universo, renacemos paso a paso, como lo hace la luz del sol en nuestra tierra.
Santa Lucía: Entre la Luz Cristiana y las Raíces Pagana
Comments